La Navidad es la época propia para visitar Laponia, tanto para los más pequeños de la casa como para los adultos. Ríos helados y bosques nevados hacen de este destino un entorno maravilloso.
Los amantes de los deportes de invierno encuentran aquí su paraíso particular. Se puede esquiar, ir en patinete finlandés, pescar en el hielo y conducir en un circuito de karting sobre hielo/nieve. Pero lo mejor de todo es pasear de noche en moto de nieve, para disfrutar de la aurora boreal.
Visitar una granja de renos o de perros husky es otra posibilidad. Los “Samis”, auténticos indígenas de Europa del Norte, que conservan su lengua, su cultura y sus tradiciones originales, crían renos en medio de la naturaleza. En la granja, los visitantes les dan de comer y disfrutan de la experiencia, con un paseo en trineo, tirado por esos renos.
Para los más navideños, se recomienda ir a Rovaniemi y visitar la Aldea de Papá Noel, su residencia oficial. Actividades especialmente pensadas para los niños también harán las delicias de los adultos. Conocer personalmente a Santa Claus y a sus elfos, hacerse fotos con ellos, y entregarle en mano nuestra carta. También podemos escribir y enviar una preciosa carta o postal con sello, sobre y matasellos oficial, desde la Oficina de Correo Principal de Papá Noel.
En La Casa de las Navidades hay una exposición muy nostálgica, sobre costumbres y tradiciones navideñas en diferentes partes del mundo. Y para los que disfruten con los animales, una excursión al Zoo de Ranua. Es el hogar de unas 60 especies de animales salvajes, grandes y pequeños, que viven en las zonas árticas y nórdicas.
El Círculo Polar Ártico es un mundo donde la magia, la nieve, los renos, Santa Claus y los trineos son los protagonistas, mientras se disfruta también de la comida típica lapona.