Hay ciudades que parece imposible que luzcan más hermosas de lo que ya son. Es el caso de París, la ‘Ciudad de la Luz’, la capital más romántica del Viejo Continente podríamos pensar que no puede ser más bonita de lo que ya es. Sin embargo, nos equivocamos. Hay una estación del año en la que la ciudad parisina irradia una luz muy especial y esa no es otra que Navidad. Ya que se acerca esta época tan especial, os proponemos este destino de vacaciones, así que a reservar avión, hoteles baratos en París y poner rumbo a un lugar donde los sueños quieren –y en ocasiones lo consiguen- hacerse realidad.
Partimos del hecho de que la mayor parte de nuestros lectores han estado ya en París o, cuanto menos, conocen cuáles son los típicos monumentos y lugares que hay que visitar para centrarnos en aquellos sitios que no podemos perdernos en nuestras vacaciones navideñas. Empezamos por los Campos Eliseos, donde visitaremos el mercado navideño más grande de la ciudad. Las luces navideñas y la decoración en su arboleda se acompañan con muchos puestecillos a ambas aceras de esta gran vía. Es una estampa preciosa ir paseando en dirección al Arco del Triunfo y perderse entre estos tenderetes llenos de cosas de lo más curiosas y donde seguro encontraremos algún regalo original para nuestros familiares o, por qué no, para nosotros mismos.
En el otro extremo está la Gran Noria de la Plaza de la Concordia. Impresionante esta Grande Roue que nos dejará seguro algunas de las fotografías con más encanto de este álbum parisino.
Si las luces, los adornos y los puestecillos son típicos de estas fechas y de las vacaciones de Navidad, ¿qué decir del patinaje sobre hielo? Nada tiene que envidiar el patinar en la Plaza del Hotel de Ville al patinaje en la pista del Rockefeller Center, en Nueva York. Tiene todo el encanto del mundo esta pista con nada menos que 1.635 metros cuadrados que se ha convertido ya en una tradición. Hay animadores para jugar con los más pequeños y además podemos tomar clases para aprender a patinar y debutar en este insigne hotel de lujo.
Del blanco radiante de la nieve… al brillo del lujo y los diamantes: en Place Vendôme se instala una suerte de ‘bosque encantado’ con muchas luces, colores y muy elegante. Pareciera que estamos en un anuncio de Chanel o de Dior. No en vano está en una de las zonas más elitistas de la capital parisina. Esta plaza octogonal es realmente encantadora, ¡y más en Navidad!
Otra parada OBLIGADA –así, con mayúsculas- en toda escapada navideña a París es la Plaza de Trocadero. Para empezar, por las vistas que tendremos de la Torre Eiffel ya que está a sus espaldas. Para continuar, porque es considerado el mercadillo estacional con más encanto de toda la urbe. No está tan masificado como el de los Campos Eliseos y tiene el encanto de querer emular a un pueblo europeo, con productos artesanales de toda Europa. Casitas de madera, tejados a dos aguas pintados de blanco, como si fuera nieve… ¡Un lugar único!
Como no queremos alargarnos más de lo recomendable, finalizamos con un CLÁSICO entre los CLÁSICOS de París: las Galerías La Fayette. Aunque sea por curiosidad hay que visitarlas. Es muy tradicional el encendido de luces de los grandes almacenes que hay entre el Barrio de la Ópera y Rue La Fayette. Por dentro, todo es una fiesta, con todo tipo de regalos y propuestas para hacer un poquito más felices a amigos y familiares. ¿Os lo vais a perder?
Si queréis dejarnos vuestras recomendaciones de lugares para visitar en París en Navidad, ¡somos todo ojos! ¡Os leemos!