No es por poneros los dientes largos, pero en ocasiones el dinero sí puede, sino dar, dar un buen empujón a la felicidad. Sino, que se lo digan a millonarios como David Copperfield, que cuentan entre sus propiedades con islas en las Bahamas como la que puedes ver en nuestro post (primera foto del slider). Ya quisiéramos nosotros tener algo parecido a Musha Cay, que es como se llama este cachito de paraíso…
Copperfield es uno de muchos, la verdad. Al menos, leyendo el artículo de Traveler, firmado por Lauren Lipton, eso es lo que pensamos. En el reportaje la periodista cuenta su experiencia de vacaciones en la caribeña isla de Calavigny, justo al sur de Granada, junto a San Vicente y Barbados. El precio de la broma es de 126.000 euros la noche. La propiedad es de un empresario francés y su esposa y cuenta con dos piscinas, cinco duchas exteriores, cuatro barcos y un servicio permanente de 30 personas.
Según parece, cada vez son más los adinerados que llevan su pasión por el límite hasta el extremo y sus vacaciones distan mucho de las de cualquier ciudadano de a pie en cualquier parte del mundo.
Otros de los destinos son Bolivia y Nicaragua, en Costa Esmeralda. La Laponia sueca es uno de los lugares más exclusivos del momento en allí se pueden ver increíbles mansiones, las más increíbles casas de lujo y hoteles con muchísimo encanto. Os dejamos un enlace al artículo para que podáis, como nosotros, soñar con los ojos abiertos. Solo… soñar…