Se acerca el Puente de Diciembre y ya vamos haciendo planes y sugerencias para viajar estos días. La propuesta que os traemos hoy a nuestro blog de viajes es ir de compras por los tradicionales mercadillos de Navidad. Concretamente, ponemos rumbo a Francia, donde se localizan dos de los más conocidos del Viejo Continente, en Estrasburgo, un mercado que se celebra desde el siglo XVI, y Toulousse.
Primero, vamos a buscar alojamiento en estas ciudades a través de buscadores. Encontrarás una amplia oferta de hoteles en Toulouse en Hotelopia, una web referencia en el sector, especializada en la búsqueda y reserva de hoteles. Y ya una vez tenemos el lugar donde vamos a quedarnos, ¡toca disfrutar! Y es que Toulouse en Navidad es una delicia, sobre todo por el Mercadillo que nos lleva a este post. Está ubicado en la Place du Capitole y se puede visitar del 4 al 27 de diciembre por lo general. Verás toda esta plaza llena de puestos en los que venden artículos y adornos de estas fiestas, productos artesanales de la región y todo ello en un lugar de auténtico ensueño.
Con el Capitole, el Ayuntamiento, de fondo puedes ver aquí también el Grand hotel de la Opera y muchos establecimientos comerciales de grandes marcas. Como consejo, visitarlo por la tarde-noche, que es cuando el ambiente es más festivo, con las luces y guirnaldas navideñas.
Y vamos ahora al otro destino, Estrasburgo. Aquí nos encontramos con uno de los rastrillos más conocidos y tradicionales del Viejo Continente, que data del siglo XVI. Seguimos el mismo paso, vamos a buscar hoteles en Estrasburgo y, una vez tengamos nuestra reserva, a conocer esta ciudad que en estas fechas se convierte toda ella en un inmenso mercado navideño, que este año celebra su 443 edición.
Comenzó el 24 de noviembre y se extiende hasta el 31 de diciembre de 2012. Como en Toulousse, el mejor momento es al atardecer, que es cuando la magina se apodera de las calles. Los escaparates brillan, los edificios están engalanados con decoración de Navidad, muchas luces y color en las fachadas y olores a especias y canela. Además, los villancicos, que ponen la banda sonora de estas fechas tan señeras en tierras francesas.
El Mercado de Navidad propiamente dicho se extiende por varias plazas del centro de la ciudad. En especial, se expande por la Plaza Broglie y la plaza de la Catedral. Encontraremos todo tipo de regalos, objetos tradicionales para el árbol de Navidad y muchos dulces, golosina, buñuelos, vino caliente…
¿Qué os parece esta propuesta? Si optáis por esta ruta de mercadillos navideños por Francia, esperamos nos contéis vuestra experiencia.