Con la llegada de temperaturas menos elevadas que las que se han vivido durante estos últimos meses de verano, pero aún no tan frías como en los meses venideros, llega el momento perfecto para disfrutar de un tipo de turismo que cada año consigue mejores registros: el turismo nacional.
España tiene el privilegio de contar con espacios naturales que, durante el otoño, se visten de colores inusualmente bellos y que permiten conquistar a cuanto caminante se adentre en ellos.
Desde luego, uno de los mejores lugares a los que cualquiera que quiera un respiro y volver a recargar pilas puede llegar es Cataluña.
Cualquiera de las opciones que elijan será un acierto. Bien costa, bien montaña o bien ya entrados los Pirineos, es una Comunidad que tiene mucho que ofrecer a quien se decide por visitarla.
Son muchos los planes que pueden disfrutarse en su territorio. A nivel cultural, una visita a los principales museos de Barcelona o bien recorrer buena parte de la ruta del románico que se puede comenzar desde cualquiera de sus provincias son cada año las opciones más elegidas por los turistas, no sólo nacionales, sino también que vienen de fuera.
La costa es una de las más bellas de España. Más si cabe durante el otoño, cuando las temperaturas siguen permitiendo disfrutar de sus playas, como es el caso de Lloret de Mar, por ejemplo, o de Port de la Selva.
Desde luego, da igual cuántos kilómetros haga falta recorrer para llegar hasta cualquiera de los rincones catalanes ya que, gracias a sus aeropuertos, está muy bien conectada no sólo con el resto de España sino también con Europa. Sólo hay que ver las ofertas que publican casi a diario agencias online como Rumbo, Lastminute o Travelgenio, que disponen de interesantes tarifas para llegar a esta zona española.
Si viajas en familia, no hay problema. No sólo Barcelona ofrece miles de planes con niños, sino que tienes la posibilidad de disfrutar también en Portaventura, un parque lleno de vida y que, durante el otoño, aún sigue abierto siempre que el tiempo lo permita. Pasar un día allí se convierte en un recuerdo inolvidable para los más pequeños.
Aún así, sin duda, la zona que más magia tiene, más allá de la temporada de esquí que es donde podrás encontrar las principales pistas de esquí de Cataluña, es el propio Pirineo, con pueblos casi sacados de postales y donde los ríos, la arquitectura y la gastronomía cobran especial relevancia por su calidad, sabor y, también, por qué no, belleza.
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