En esta época del año siempre nos están alertando sobre las precauciones a tomar por las carreteras. El mal tiempo –las lluvias, la nieve, por ejemplo- pueden suponer un riesgo añadido cuando vamos al volante. Sin embargo, tan cierto como esto es que hay muchas ‘leyendas urbanas’, por así decirlo’, en torno a la conducción en invierno.
Michelín está decidida a desmentir estas para informarnos a todos, como conductores, de que se trata simplemente de respetar indicaciones y consejos de Tráfico, y llegaremos sanos, salvos y con ganas de disfrutar a nuestro destino. Toma nota de ellos y anímate a contarnos cuál de ellos es el que más te ha sorprendido:
1. La nieve te puede hacer perder el tiempo. Cuando nos encontramos con la carretera nevada nos sentimos un tanto molestos: más precaución, ¡mayor duración del viaje! Sin embargo, solo el 5% de los accidentes se producen bajo estas condiciones atmosféricas. La mayoría de los incidentes suelen tener lugar cuando las carreteras están secas, porque los neumáticos de verano pierden adherencia con temperaturas bajo cero o cercanas. De ahí la importancia de elegir los más adecuados cuando llega el frío.
2. La montaña, enemiga del conductor. Falso. Las carreteras más elevadas no supone un incremento del riesgo. El 68% de los accidentes en esta estación del año son en ciudad, debido al tráfico intenso, por ejemplo. Con neumáticos de invierno se puede circular por montaña sin mayores problemas.
3. Neumáticos de invierno solo para la nieve. Nada más lejos de la realidad: la nieve importa, pero también la lluvia e incluso cuando solo hace un frío ‘seco’, por así decirlo. Este tipo de neumáticos reduce la distancia de frenado, algo a tener muy en cuenta cuando vayamos a equipar el vehículo para esta estación del año.
4. ¿Neumáticos para invierno? Solo en trayectos largos. Otro mito al que no hay que hacer caso, sobre todo si ese mini viaje es a un lugar con climatología adversa –nieve o lluvia. Ten en cuenta que los de verano patinarán con tan solo un 4% de pendiente, mientras que los invernales ruedan perfectamente hasta con un 13% de desnivel.
5. Rodaje más lento. Otra creencia que no es verdad: los neumáticos de invierno nos permiten acelerar hasta tres veces más rápidos que los equivalentes de verano debido a que ofrecen mayor adherencia en terrenos complicados. Tienen una efectividad tres veces mayor que sus homólogos estivales.
Como podéis comprobar, es fundamental adecuar nuestro automóvil cuando llega esta época del año. Estas conclusiones que nos ofrece la empresa Michelín son fruto de numerosas investigaciones y estudios. Cada año se monitoriza a miles de conductores en cientos de condiciones de conducción adversas por toda Europa y estos son los resultados. Así pues, mucho ojo y… ¡precaución, amigo conductor! Podéis saber más en este enlace: www.michelin.es/michelin-total-performance/.