En nuestro recorrido por la geografía española y andaluza, al noroeste de la provincia olivarera y aceitunera de Jaén nos topamos con un paraíso serrano apetecible que nos invita a entrar en su interior ¿Había dudas? Efectivamente hablamos del Parque Natural “Sierra de Andújar” dentro de Sierra Morena, declarado como tal en 1989.
Hablamos de un lugar con historia, quizás por que allí se celebra cada mes de abril y agosto la romería más antigua de España, quizás por ser epicentro de una gran batalla en la tan mísera Guerra Civil española o quizás tenga historia por ser refugio de bandoleros, los de Sierra Morena.
Pero hablar de un Parque Natural que es una joya a nivel nacional, no solo se mide por su rica e inmensa gastronomía, historia, costumbres o situación, sino que vamos más allá para poder surcar los horizontes de la naturaleza y del turismo de interior, que bien seguro nos dejarán una profunda huella una vez que se haya visitado.
¿Cómo no va a ser hermoso con la riqueza natural y botánica que refleja y esconde en su corazón? Efectivamente lo es, pero esconde un tesoro que pocos lugares del planeta pueden decir, explicar o mostrar, y hablamos de una de las especies más amenazadas de la Tierra como es el Lince Ibérico. El Lince Ibérico ahora en expansión y crecimiento debido a la repoblación, es un animal que puede verse más fácilmente en la actualidad, bien alrededor del Rio Jándula o de sus pantanos “Encinarejo” y “Lancha” o también podemos ver como somos observados por el gran felino desde sus “palcos rocosos” desde donde otea el horizonte.
No podemos tampoco olvidar el relieve de media montaña que nos invita a practicar una de la más bella actividad física conocida, como es la práctica del senderismo, y en este aspecto el Parque Natural “Sierra de Andújar” cuenta con una decena de itinerarios para alcanzar la perfección y belleza en nuestra retina a través de sus preciosos paisajes y atardeceres.
Así pues, hemos abierto la rendija de la ventana que será abierta de par en par cuando la curiosidad por conocer lo más parecido al paraíso natural, haga que usted y cualquier lector que se haya adentrado mentálmente lo más mínimo en este relato, cumpla con el placer de visitar este lugar tan lleno de paz y tranquilidad.
Artículo de GASPAR PARRAS JIMÉNEZ