Proponemos unas vacaciones diferentes y en un lugar único, al que para llegar hay que recorrer unos 200 kilómetros desde la capital de Serbia, Belgrado. Drvengrad es un lugar único en el que perderte si realmente quieres que NADIE te encuentre, un rincón ideal donde pasar unas vacaciones de las que, como decimos, puede que decidáis no volver. Se trata de un pequeñito pueblo formado por casitas de madera, construido por Emir Kusturica a imagen y semejanza de los escenarios de su comedia ‘La vida es un milagro’, que se estrenó en 2004.
Se trata de un pueblito propiedad del director para el que necesitaremos más de cuatro horas de viaje para llegar, como decíamos, si partimos en nuestros viajes desde Belgrado. Está abrigado por las montañas Tara y Zlatibor y es un milagro turístico de la zona. Se denomina Drvengrad como una ‘etnovilla’, ya que las cabañas que hacen de habitaciones de hotel respetan la arquitectura de la zona y son en sí mismas un recuerdo del folclore local, tras el conflicto de identidades que supuso la Guerra de los Balcanes.