A orillas del mar Adriático se extiende Montenegro, oficialmente República de Montenegro, país con mucho encanto, pequeño y coqueto, en la Península Balcánica. Una superficie de 13.812 kilómetros cuadrados habitados por 625. 266 personas convierten a este rincón del mundo en un lugar mágico para explorar que empieza a ser conocido por su belleza.
Cada vez es más conocido como destino de vacaciones y viajes, pero no de cualquier tipo de turista, sino de aquellos que buscan algo diferente a los típicos destinos –Roma, París, Londres, Nueva York…-, por lo que no es difícil encontrar alojamiento en Montenegro.
Su capital, la ciudad más poblada e importante del país, es Podgorica, con en torno a 150.000 habitantes. Esta es sede de muchas instituciones culturales de Montenegro y alberga los principales eventos. A modo de resumen, si vas de viajes allí, no debemos dejar de visitar el Teatro Nacional de Montenegro, de gran belleza, localizado en un maravilloso entorno natural. También aquí están las galerías y museos más importantes y Podgorica es sede de la Ciudad Teatro, que incluye el Teatro Infantil y de Marionetas.
También hay que ir a contemplar la Catedral de la Resurrección de Cristo, en construcción desde 1993. Es el mayor lugar de culto de la ciudad y uno de sus mayores símbolos. Si bien hay muchas iglesias por toda la urbe, esta es un lugar multicultural y multiconfesional, reflejo de lo que es Montenegro.
Hasta aquí todo muy urbanita y en orden. La recomendación es coger un coche y visitar estos lugares imprescindibles para dejarte encandilar por Montenegro y descubrir por qué lo llaman perla del Mediterráneo. Una de las perlas, claro…
Bahía de Kotor. Está a 50 kilómetros al sur de Dubrovnik. Muchos lo consideran el fiordo más impresionante de la Europa Meridional, con cuatro pintorescas cuencas rodeadas de 28 kilómetros de montañas. Por aquí podremos contemplar el convento ortodoxo de San Savo en Herceg Novi, la melancólica Perast o la ciudad de Kotor. Esta aún conserva la disposición que tenía en la época medieval y es una encantadora ciudad que invita a pasear por sus plazas, calles, viejas iglesias y bares rebosantes de gente. No olvidemos que Kotor forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Monte Lovcén. Montenegro debe su nombre a esta montaña color ceniza, icono del país. Lov´cen ablerga una fauna y flora muy variada que la hace merecedora de nuestro tiempo. Así pues, parada y seguimos, vamos ahora hasta el Monasterio de Ostrog. Estamos ante una impresionante construcción, arraigada en un acantilado a 900 metros de altitud. Lugar de peregrinación de la península balcánica, está dedicada a San Basilio. Un lugar idílico, perfecto espacio para la unión del hombre y la naturaleza…
Finalmente, Durmitor. Este Parque Natural forma parte de la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. Tiene lagos glaciares de gran belleza y el cañón del Tara, el más profundo de toda Europa.
Después de leer todo esto, ¿os animáis a poner rumbo este verano a Montenegro?