Esta preciosa isla balear es conocida sobre todo por ser un destino de sol y playa, un lugar al que viajar en vacaciones de verano. Sin embargo, cualquier época del año puede ser buena para descubrirnos na tierra por las que han pasado diversas culturas, dejando todas ellas su impronta en la región: romanos, cartagineses, fenicios, musulmanes y cristianos. Por eso te recomendamos tomar asiento cómodo, buscar tus viajes a Ibiza al mejor precio online y disfrutar de esta escapada por la historia y tradiciones de este paraíso mediterráneo.
Uno de los lugares con más encanto es el municipio de Santa Eulària –Santa Eulalia-, el tercero por población de Ibiza. Recibe así el nombre en el siglo XV debido a una capilla bajo la advocación de esta santa que se construyó en el lugar. Su importancia radicaba sobre todo en contar con una corriente continua de agua que permitía el funcionamiento de molinos harineros en una época en la que el pan era un alimento básico. El río y los molinos fueron la semilla del futuro pueblo de Santa Eulària y toda la isla acudía a ellos a moler.
La Iglesia del Puig de Missa es uno de esos lugares mágicos y especiales de la isla. Se construyó sobre lo que fue un templo fortificado que cumplió misión de defensa de los ataques de corsarios del Magreb y en torno a la misma, con los años, fue creciendo la que pasó de villa a ciudad, instalándose en terrenos adyacentes numerosas familias. Se construyó también un puente, el Pont Vell, sobre el río, otro lugar para visitar y fotografiarse en esta ruta por Santa Eulalia, viaje a Ibiza.
A principios del siglo XX se trazó el definitivo pueblo de Santa Eulària, en el llano situado en la parte de levante de la colonia de la iglesia. Se trazaron dos calles principales: sant Jaume y el paso S Alamera. En torno a estos ejes se trazó la red urbana y algunas casas de entonces se siguen conservando. Fue así como se formó el verdadero pueblo. El turismo vendría más adelante a revolucionarlo todo y a darle proyección a este sitio con tanto atractivo.
Santa Eulalia del Río puede presumir de ser la cara más colorista y auténtica de Ibiza. En los años 60 llegaron los primeros hippies, que cayeron rendidos a los encantos del lugar, a la naturaleza, su clima, las aguas cristalinas y una arquitectura ancestral cargada de energía. Este municipio se convirtió en el epicentro de una nueva cultura que transformara Ibiza y a los ibicencos.
El primer mercadillo hippie, de los más antiguos de Europa, se creó en Es Canar.
Poco a poco, este municipio fue convirtiéndose en lugar de destino para vacaciones en familia también. Así hasta llegar a ser el destino turístico reconocido mundialmente que hoy es. Tiene playas muy cuidadas y alberga la mayor oferta gastronómica de la isla.