Asociada siempre al concepto de ‘sol y playa’, en los últimos años la Costa del Sol ha apostado por mostrar que no es solo un destino de verano, para las vacaciones estivales, sino que también se puede disfrutar, y mucho, en otras épocas del año. Uno de los mejores momento para ello es el invierno. Meses como este enero o febrero son geniales para saborear la quietud y tranquilidad que se respira en los municipios costasoleños. Además, los hoteles en la Costa del Sol suelen bajar sus precios para luchar contra esa misma estacionalidad, lo que hace que este lugar sea especialmente atractivo para las escapadas low cost.
La oferta de sitios que visitar es grandísima: la Costa del Sol contabiliza hasta 101 municipios. Sol, cultura, naturaleza, gastronomía, modernidad, lujo, tradición… Lo que queramos. Entre las visitas recomendadas, nos vamos a centrar en los espacios naturales. Hay hasta 23 luares protegidos y en esta ocasión nos centraremos en dos de ellos: La Laguna de Fuente de Piedra, al norte de la provincia, y las Cuevas de Nerja, en la costa más occidental de Málaga.
La primera, la Laguna de Fuente de Piedra, se encuentra en el municipio del mismo nombre, Fuente de Piedra. Ocupa 1.354 hectáreas y es la mayor de Andalucía. Es un enclave de primera magnitud dentro de las zonas húmedas del Mediterráneo Occidental y destaca por ser el paraje más importante para la anidación de los flamencos comunes. Podéis conocer más en la web del Ayuntamiento, www.fuentedepiedra.es.
El otro lugar elegido es la Cueva de Nerja. Mucho se ha dicho de ella, abierta al público en 1960. Está declarada Bien de Interés Cultural y destaca por su valor geológico, biológico y arqueológico. Se encuentra a los pies de la Sierra Almijara, a 4 km de Nerja, frente a Maro, ¿te lo vas a perder? En este enlace puedes acceder a la ruta gráfica completa: http://bit.ly/9tGG1I